El uso de células madres intravenosa tiene actualmente un vasto potencial en el tratamiento de patologías específicas, por su enorme capacidad de reparar diversos tipos de tejidos dañados,inflamados y enfermos.

Esta terapia permite utilizar la capacidad que las células madre tienen para renovar tejidos afectados, así como la de identificar el tejido u órgano dañado y, potencialmente, ayudarlo en su reparación. No se han señalado, hasta el momento, problemas específicos de incompatibilidad, especialmente porque en la gran mayoría de los casos se utilizan las mismas células del paciente, pero concentradas.

La extracción de las células madre autólogas (del mismo paciente) se realiza mediante una pequeña liposucción. Se cosechan células madre – normalmente de la región del abdomen o de la cintura, previa anestesia local – y se aspira el material necesario con una jeringa especial; de este tejido adiposo solo se necesitan alrededor de 50 cc. Este material se centrifuga, se aíslan las células madre, se activan y se reinyectan por vía endovenosa y/o vía intraarticular. De ese modo, se le ofrece al paciente una mejor posibilidad de recuperación del tejido dañado, contribuyendo a una recuperación de la enfermedad tratada.

Normalmente, utilizamos las células del mismo paciente, pero sea por presentar una edad avanzada o tener alguna enfermedad que le impide llevar a cabo el procedimiento de recolección de las células madre, se puede recurrir a un donante. No se requiere, necesariamente, que sea un familiar directo; puede tratarse, por ejemplo, del caso de las células madre del recién nacido que se obtienen del cordón umbilical y, más específicamente, de la gelatina de Wharton. Este tejido se encuentra dentro del cordón umbilical pero fuera de los vasos sanguíneos, lo que, teóricamente, tiene un gran potencial de utilización. Se trata de células madre muy jóvenes que tienen la misión de formar tejidos nuevos. Así, se encarga de hacer pasar a un humano de un bebe de 3,5 kg a un adulto promedio de 75. Se estima, aunque no está demostrado, que al ser más jóvenes ofrecerían la ventaja de no presentar la enfermedad que se intenta tratar. Además, estas células resultan tener un alto potencial biológico, dada su juventud, y por cierto, no producen reacción inmune contra el receptor, ya que se obtienen en un banco de células madre, en que controlan todas las variables potencialmente dañinas para el receptor.

Para aprender más, puedes ver cómo se usa las células madre endovenosas en el tratamiento de la paraplejia traumática o la reparación de lesiones medulares.